¿Qué es Bitácora de Sueños?

¿Qué es Bitácora de Sueños?

domingo, 24 de febrero de 2013

El sexteto (Relato)

Ayer soñé y tuve un increíble sueño, no existía el tiempo ni el espacio, tan sólo un fondo lleno de cuerpos celestes que me acogían en el infinito del espacio. Miré, contemplando el bello espectáculo, cada detalle de aquel sueño que vivía. Era preciosa la inmensidad de aquel lugar, aquellos colores y aquellas estrellas que relucían y relucían... iluminaban cada rasgo de mi alma. Me encontraba en uno de tantos universos... pero me sentía sola. Aunque fuese una maravilla para los ojos poder observar aquel regalado sueño, empecé a sentirme vacía. De repente, una melodía comenzó a sonar en la inmensidad del cosmos, juraría que era la sinfonía más bonita que había escuchado jamás. Era delicada, dulce, elegante y emotiva... Las notas del piano me calmaron y me hicieron sentirme viva... Esta canción la había escuchado antes. Volé, volé sin más, en la inmensidad del gran océano de universos y dimensiones intentando encontrar al intérprete que había creado en mi tan bella emoción. Salieron de mi lágrimas de emoción cada vez que la música cobraba más volumen e intensidad, me estaba acercando a aquella música y me sentía llena de sentimientos que poder contar. Volé con más velocidad, mi corazón se guiaba por las notas del delicado compás... y allí le encontré.

Un joven tocaba el piano muy delicadamente, cuidando cada una de las notas del pentagrama mientras su maestro le repetía una y otra vez su gran brillantez, era un prodigio de músico. El piano comenzó a elevarse, junto con él, y una fina capa de nubes les sostuvo mientras no paraba de dar vueltas. El volumen del sexteto aumentó considerablemente y su eco resonó en la inmensidad, hasta que la escena se desvaneció, para convertirse mágicamente en un cometa de aquella noche estrellada. Lloré por la gran pérdida, quería que siguiera tocando para que aquel sueño jamás acabase. Me dispuse a navegar por aquellos miles de rincones que me esperaban, con el único fin de volver a encontrarle. Tarareaba aquella bella canción que inundó mi ser la primera vez que fui capaz de escuchar, con un tono melancólico. Mis esperanzas estaban pérdidas al percatarme de que aquellos momentos especiales, los que te hacen sentirte realmente vivo, son únicos y momentáneos... Nunca más volvería a encontrarle. 


Querida vida,

Hoy he vuelto a soñar aquel sueño que me inunda cada noche, que me hace vivir, que me hace sentir. Aquella melodía y aquel joven pianista son la razón de que cada día mis pensamientos sólo fluyan para encontrarles. Hace tiempo que dejé de vivir en la realidad con el único propósito de comprender cada juego nocturno en el que participa mi mente. Investigo e intento dar con la clave de mis ensoñaciones, tal vez sean estúpidos trucos de mi imaginación o, tal vez sea una señal o un mensaje al que intento llegar. Escribo con el único propósito de poder calmar mi mente. Lo único que sé con certeza, es que no es la primera vez que escucho aquella melodía ni tampoco la primera que veo el rostro que aquel joven pianista. Y, lo único que he podido encontrar como respuesta, tras años y años de terrible investigación, tras viajes hacia rincones insospechados del planeta es que...

Hay alguien que está intentando comunicarse conmigo.



Mary Elizabeth Ryan

14 de Febrero de 1997



jueves, 21 de febrero de 2013

Mundo de pensamientos

Miradas... intensas, momentáneas y únicas. Palabras... libres, inspiradoras y especiales. Momentos... únicos, poseídos por el mañana, por ti mismo. Miles y miles de hilados pensamientos e ideas inundan mi cabeza. Tengo tantas cosas que poder decir, que poder expresar, que poder... sentir. Recuerdos de trágico final colapsan los pensamientos positivos, que se están creando inconscientemente, evitando cualquier signo de debilidad ante la muchedumbre. Una pelea interna alborota el esquematizado deseo de poder expresar ese sentimiento guardado desde hace más tiempo del deseado. ¡Quiero poder hablar! Pero llegan las conversaciones internas llenas de duda, incertidumbre y bloqueo. ¡Parece mentira la gran batalla interna que se está organizando!


Elijo mis palabras y la estructura de mi "discurso" con cautela y, moderando mis ansias por poder desplegar todos aquellos sentimientos de inconforme y rebelde opinión, caigo en la cuenta de que la verdad no debe de ser expresada tan tajante y directamente... ¡Qué mundo es en el que vivimos donde la verdad se esconde entre las miradas de la gente o donde la ignorancia da paso al respeto! Y sigo con el paso a mi revuelo desde que empecé a tejer y tejer pensamientos tras ideas y sueños... No paro de agitar mi mente con cantidad de cuestiones, diálogos e imaginaciones con el simple hecho de cuestionarme la realidad o poder verla desde un punto de vista único. Pero llega aquel momento en el que infinitas posibilidades y temas dominan mi mente y choco con esa realidad que provoca aversión... Pero, no paro de pensar y cuestionar qué es todo lo que nos rodea. Este es un mundo único para gente realmente única.


Piensa diferente, tienes la mejor versión de ti mismo a tu alcance... no pares de seguir tus sueños y finalmente, no dejes de pensar e imaginar. Porque aquellas personas lo suficientemente locas para considerar que pueden cambiar el mundo, son aquellas que lo consiguen.




jueves, 14 de febrero de 2013

Fantasmas del pasado

Corro, corro sin mirar mis pisadas ni mi origen. Escapo de aquel pasado que me agobia y me ata en un conjunto de entresijos mentales e inesperadamente sucedidos. No miro atrás con el único fin de poder ver un hálito de esperanza y luz al final del túnel oscuro que atravieso. Sigo corriendo pero esta vez más difícilmente, mis pasos son constantes pero pesados y, como puedo, dejo todo atrás todo lo ocurrido. Pasado es y pasado está, pero allí se encuentra. 

Las sombras quieren acercarse a mi destino pero... ¡es demasiado tarde! Han acortado mi paso de una manera asombrosamente irreal, se tratan de recuerdos llenos de dolor, los que más rápido aparecen en los momentos de incertidumbre y tristeza. Gritó al viento un sonoro "¡¡NO!!" que recorre cada entresijo de la pequeña ciudad imaginaria, intentando con unos salvajes aspavientos liberarme de aquellos "seres". No quiero acabar tirada en el camino del que he corrido desesperadamente. Finalmente, al ver su sorpresa ante mis actos, me escondo de aquellas sombras que traen dolor y melancolía, intentando abandonar esa vida, ese pasado. Creyendo estar a salvo de la persecución, cierro los ojos con la esperanza de volver a abrirlos en mejores condiciones y con un paisaje mucho más placentero... Los abro. Y allí están esos fantasmas a los que creía haber abandonado y de nuevo comienzo a correr. Esta vez me escondo de una manera más inteligente y duradera... y prometo a las nebulosas que aquí comienza una vida nueva. Jamás volveré a escapar.


martes, 12 de febrero de 2013

Reflexiones sobre la vida [Shakespeare]


Aquí os presento una de las composiciones escritas que más emoción ha causado en mí... Pura belleza allá donde se vea. Disfrutad soñadores del siguiente escrito del inigualable William Shakespeare. Preguntaos, reflexionad, maravillaros...


¡Ser o no ser, es la cuestión!
¿Qué debe más dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas?

Morir, dormir, no despertar más nunca,
poder decir todo acabó; en un sueño
sepultar para siempre los dolores
del corazón, los mil y mil quebrantos
que heredó nuestra carne, ¡quién no ansiara
concluir así!

¡Morir... quedar dormidos...
Dormir... tal vez soñar! -¡Ay! allí hay algo
que detiene al mejor. Cuando del mundo
no percibamos ni un rumor, ¡qué sueños
vendrán en ese sueño de la muerte!
Eso es, eso es lo que hace el infortunio
planta de larga vida. ¿Quién querría
sufrir del tiempo el implacable azote,
del fuerte la injusticia, del soberbio
el áspero desdén, las amarguras
del amor despreciado, las demoras
de la ley, del empleado la insolencia,
la hostilidad que los mezquinos juran
al mérito pacífico, pudiendo
de tanto mal librarse él mismo, alzando
una punta de acero? ¿quién querría
seguir cargando en la cansada vida
su fardo abrumador?...

Pero hay espanto
¡allá del otro lado de la tumba!
La muerte, aquel país que todavía
está por descubrirse,
país de cuya lóbrega frontera
ningún viajero regresó, perturba
la voluntad, y a todos nos decide
a soportar los males que sabemos
más bien que ir a buscar lo que ignoramos.
Así, ¡oh conciencia!, de nosotros todos
haces unos cobardes, y la ardiente
resolución original decae
al pálido mirar del pensamiento.
Así también enérgicas empresas,
de trascendencia inmensa, a esa mirada
torcieron rumbo, y sin acción murieron.


William Shakespeare 

"El reino olvidado". Hamlet






domingo, 10 de febrero de 2013

Perdonar pero no olvidar

¿Quién es? ¿quién es él? ¿quién es el digno individuo capaz de juzgar a las personas sin razón?

¿Eres tú? ¡Sí, tú! Quien mira con cara de desconcierto cada una de las acusaciones, sin tener la más remota idea de qué hacer a partir de mi acusación. Pues llegó el momento de pensar seriamente cada acto mal obrado. Llegó tu hora para confesar cada vida herida que creaste, cada recuerdo escondido entre las lágrimas de los inocentes... Cada diabólico pasado guardado entre sus entrañas.

Perdono pero no olvido es una lección que guardo y he grabado a fuego en mi corazón para que éste no vuelva a sufrir más... Para que no vuelva a caer una lágrima de mis desdichados ojos.

Confiesa, habla, pues no tienes excusa al callar. Un centenar de almas se encuentran detrás de ti intentando escuchar tus palabras de perdón... Pero callas injustamente. ¡Qué poca razón! Grito descargando toda mi ira guardada tras el paso de tiempo. ¡Averguénzate por unos momentos de tus actos! ¡Piensa, reflexiona!

Por dios, siente un poco de lástima... de comprensión... de humanidad. Triste sociedad que te ha hecho cambiar de esta manera... Pero éste es el momento en el que no hablas, intentando mostrar tu silencio como un motivo por el que defenderse. ¡Por favor!

Eres un cobarde y siempre lo serás, hasta que no demuestres el corazón que todos nosotros tenemos. Tu silencio ofende y rectifica lo poco persona que eres... Lloro.

Y, llorando ante la impotencia del poco respeto, humanidad y comprensión; perdono pero no olvido.    Confié en ti pero eso fue pasado.
Fuiste... ya nada importa. Vivo el presente.

miércoles, 6 de febrero de 2013

El último adiós

Hoy lloré. 

Salieron lágrimas de mis ojos y resbalaron por el resto de mi cara para caer al suelo, formando un terrible charco de pena que inundó mi alegría, mi rutina... parte de mi vida.

Hoy lloré.


El tiempo se paró sin que nadie se percatase y allí me encontré, llorando en el silencio que creó mi arañado corazón. No sabía por qué ni cómo acabamos todos llorando.

Hoy lloré.

Nos miramos, nos abrazamos... dimos un último adiós a aquel ser que se encontraba más allá de nuestra mente, más allá de nuestra conciencia... más allá de lo que concebimos. Ojalá descanse eternamente.

Hoy lloré.

No podía percatarme de la triste realidad, aceptar mi último adiós... Era el ciclo de la vida. Sin principio ni final. Sin respuesta ni pregunta. Muerto estaba un trozo de mi corazón, de mi ser... ¿Cómo la vida puede ser tan frágil y a la vez tan hermosa? Vivimos...Morimos. Quiero que nadie vuelva llorar. No desperdiciemos nuestras lágrimas en un ser que vive en paz y vivirá eternamente.

Pero...


Lloro.

Lloro intentando recomponer todos aquellos recuerdos que me harán sonreír... Aquellos momentos. Me enseñó a mostrarme tal como soy, me llenó de alegría y cariño. Mostraba mi mejor cara para aquel animal que formó parte de nuestras vidas y de nuestra familia. Era un ser especial, siempre lo dijimos. Tenía una chispa diferente, nos comprendía aún no siendo humana.

Es la primera vez que veo la muerte de esta manera... En primer plano asistiendo sus últimos alientos.

Esta cobaya se llama Carol y fue la primera mascota que tuve, el primer animal que sacó mi ternura con cada caricia que simplemente recibía... Con cada gesto que tenía. Era puro amor. Sus ojos eran un profundo sentimiento de agradecimiento y felicidad, que empatizaban con cada uno de nosotros. Era simplemente Carol, nuestra mascota especial. Siempre será única.

Adiós.

Me limpié las lágrimas de mis ojos y vi como la enterraban... Una flor reposaba sobre su improvisada tumba en el jardín que la vio crecer. Miré al infinito y me imaginé una vida llena de paz :)












domingo, 3 de febrero de 2013

¡Comentad soñadores! ¡Tenéis la voz!


Soñadores de mundos, ideales e inconformistas, ya tenéis a partir de hoy la capacidad para comentar cada entrada, sin necesidad de crearse una cuenta de nada. 
¡Sí! Habéis oído bien. Cualquiera puede comentar a partir de hoy
Que sepáis que vuestros comentarios son lo más grande que me aportáis para seguir escribiendo... Así que GRACIAS. Finalmente, tenéis la voz y opinión para ser escuchados. Contad todo lo que se os ocurra de esas cabezas llenas de ideas y maravillas, experiencias, opiniones, sentimientos... ¡Todo es recibido con los brazos bien, pero que bien abiertos! Todos formáis parte de este blog de ideas, sentimientos, experiencias... un rincón hacia el mundo de parte del mundo.

Por lo tanto y concluyendo, podéis comentar al final de cada entrada lo que se os ocurra y poder firmar como anónimo al no tener cuenta de ninguna otra opción. Y, lo primero de todo...

¡Seguid soñando nebulosas!


sábado, 2 de febrero de 2013

Los pequeños detalles


Y aquí estamos, dos pequeñas y sencillas personas de este grande y austero universo. Dos personas que intentan nadar contracorriente en este mundo de ideales, dos personas que intentan llegar a vosotros.

Y aquí volvemos a estar, delante de la hoja en blanco del ordenador, con los dedos dispuestos sobre el teclado y música de ambiente que nos inspira.

Y aquí estamos para hablar de los pequeños detalles de la vida, el tema que habéis elegido en Colaboraciones Especiales como tema del mes.

Bueno... esto... ¿por dónde empezar?

En fin, humorísticamente, los pequeños detalles de la vida existen para salvarnos para salvarnos el pellejo en momentos de crisis, pero, realmente, son los que están siempre ahí, son esos pequeños sucesos de los que, normalmente, pasamos como si nada por su lado; pero también son esos que nos conceden pequeños segundos de placer y alegría de vez en cuando.

Esos, que nos hacen sonreír inevitablemente ante los problemas que nos presenta la vida.

Pequeños detalles, tales como una sonrisa, el roce de la brisa en la cara en un caluroso día o el simple hecho de encender la radio y que suene tu canción favorita moldean nuestra personalidad, definen como somos, porque, ¿a quién no le gusta sentir el choque de la dulce lluvia en su cara?, ¿a quién no le gusta la sencilla e inevitable sensación de olvido? A quien no sepa apreciar esos pequeños sucesos mágicos que nos regala la vida, no la vive del todo.

Pero no todo el mundo sabe hacerlo, comprenderlo, vivirlo; porque no es tan fácil. A veces nos podemos encontrar sumidos en un hoyo, en un profundo y oscuro hoyo sin fondo, donde lo único que hay es superficialidad y egoísmo, pero, ¿cómo salir de ese hoyo?, ¿cómo podemos darnos cuenta de los regalos que nos ofrece la vida día a día?

Simple: VIVIENDO. 

Para el tiempo, vive lo que sea que te depare la vida, date cuenta de que en los árboles empiezan a brotar las hojas de la primavera, una hojas verdes y lustrosas, unas hojas color esperanza. Abre tu mente, no te establezcas fronteras a ti mismo, no dejes de dirigir tu vida a un horizonte nuevo, mágico y duradero, pero tampoco dejes que sean los demás los que te impongan sus fronteras, no dejes que te cambien, aprecia cada segundo que vives mirándolo como si lo vieras todo por primera vez.

Regocíjate en los pequeños detalles, regocíjate en poder fijarte en ellos, y sobre todo, no pierdas tu propio norte.


SÉ TÚ MISMO, 
SÉ LIBRE.




Hecho por:

Capitana de los versos & Soñadora de nebulosas


Bicicletas de verano

-¡Vamos Paula! ¡Tú puedes!- gritaron desde el fondo mis compañeros de fatigas que se habían convertido por un momento en mis profesores de gimnasia.

- ¡Ya voy! Pero no me esperéis mucho.- Reí y les saqué la sonrisa que dio paso a que siguiesen pedaleando en aquel pedregoso paraje.

Monté en aquella bicicleta vieja, oxidada y con los frenos más duros que había podido ver en toda mi vida por no haber podido sacarla partido durante todo un año y no haberla puesto el suficiente aceite. Me imaginé a aquellos dueños originales que en su momento disfrutaban con la simplicidad y alegría de darse una vuelta con los amigos del pueblo. Ahora estarían rememorando todos aquellos momentos mientras tranquilamente se fijaban en nuestras pericias tomando un vaso de mosto en la plaza mayor. Me senté en el sillín duro e incómodamente estrecho y me limité a seguir el paso de mis amigos mientras se perdían en la lejanía del horizonte.

Estos pequeños placeres de la vida, tales como ir en bicicleta por el campo, me hacían sentir viva por la simplicidad y belleza de la naturaleza que nos rodeaba. Rosío no era un pueblo ni lo bastante grande como para ser reconocido ni para nada aburrido como otros tantos. Aunque fuésemos un grupillo de muchachos de distintos sitios y de distinta personalidad nos lo pasábamos en grande con cada reto que nos planteábamos, desde darnos una vuelta por el monte atravesando las vacas hasta saltar entre unos sacos de paja que provocaban alguna que otra riña por parte de los huertanos. Éramos felices, simplemente estábamos llenos de vida tanto niños y jóvenes como otros tantos que ya pensaban en el futuro que se les acercaba al cumplir años.

De repente alguien interrumpió mis pensamientos y cavilaciones.

- ¿Habéis visto a Lucía o a Irene? No sabemos dónde se han metido.- preguntó con seria preocupación Beatriz junto con Mónica.

- La verdad es que hacía tiempo que no me encontraba con alguien. ¡Vais demasiado rápido! - respondí con una sonrisa burlona - ¿Qué os parece si las buscamos las tres? No deben de estar muy lejos.

Y estuvimos dándonos una preciosa vuelta por el camino que conectaba a los dos pueblos que solíamos visitar (Villamor y Rosío) mientras veíamos como el mundo iba anocheciendo... Un precioso atardecer nos hacía entender que la tarde se nos echaba encima, había que volver. Mientras intentábamos llegar a tiempo a nuestras casas, la oscuridad de la noche nos iba dominando con cierta preocupación, hasta que unas luces iluminaron nuestras caras. Nuestros padres habían llegado para recogernos ante la tardanza. Mientras contemplaba en el coche las estrellas que empezaban a hacerse notar, recordé aquel tiempo en el que me sentí libre, sin preocupaciones ni malos sueños, pedaleando y pedaleando sin rumbo fijo. Levanté mis dos brazos y silbé mientras la naturaleza hacía el resto... Recuerdos vacacionales, mes de Agosto... Bicicletas de verano