¿Qué es Bitácora de Sueños?

¿Qué es Bitácora de Sueños?

sábado, 30 de noviembre de 2013

Cierra los ojos


Hay veces en las que toda persona trata de cerrar los ojos, parar y de repente, no sentirse presente. Intenta viajar aún no moviéndose de su sitio, cierra las ventanas y trata de hacer las maletas en unos segundos. Dice: "adiós mundo" y se despide de aquello que trata de olvidar y escapar por unos momentos. No es capaz de ver nada, pero intenta ver aquello que siente dentro, trata de meditarlo y acercarse más profundamente a su interior para recoger aquello donde quiere escapar o simplemente se dispone a parar.

Cierra los ojos, siente como ya nada de su alrededor es capaz de alterarla salvo su mente y escapa dejándonos a todos ciegos. Esa persona no es ciega, abre la mente en un mundo que se le hace demasiado grande de repente, tratando de huir para no ser pisoteada por los gigantes de sus miedos.

Y tan sólo cierra los ojos.





domingo, 24 de noviembre de 2013

¿Quién es el monstruo?


¿Qué es más monstruoso? ¿El ser calificado como extraño, irracional, extravagante, alejado de la naturaleza, oscuro, incapaz de parecer un igual o, la propia monstruosidad de sociedad que ve con esos ojos al llamado "monstruo"? Le tachan, burlan y pretenden alejarlo de la "normalidad" sin apenas dejarle expresar o darle una mínima oportunidad.

Dicen de él que no es como ellos, ¡que es un monstruo vamos!, ¿Quién en su sano juicio no podría llamarle así?

Oh, ¡Qué triste, señores! ¿No somos todos acaso diferentes? ¿No les provoca asco ver cómo se matan por encargarse de coger el arma más afilada y punzante sabiendo que en sus casas necesitan algo más que eso?

Una risa despectiva sale de la bruma... ¡y contesta bien alto!

¿Quién es el monstruo? Es un ser hermoso, no como ustedes señores que traen bates y azadas con ánimo de matarle... ¿Qué es más catastrófico y horripilante? Verles así me produce escalofríos. ¿Quiénes son para matar?

El ser cuando oyó estas palabras, salió de dónde se escondía. Cogió aire, miró a la muchedumbre enfurecida y chilló: 
...

¡Basta!


sábado, 16 de noviembre de 2013

El extraño caso de la Sra. Amalia


Hoy la señora Amalia decidió no levantarse. Pero esta vez lo decía muy en serio. Mientras sus hijos la miraban aún más sorprendidos que ella, Amalia se recostaba cómodamente entre las mantas de su cama y contemplaba el cielo con cierta desgana.

- Ya os lo he dicho, dejadme en paz. Seguro que tenéis cosas más interesantes que hacer que ver a vuestra madre en la cama.


- Mamá, pero, ¿no ves que...?


Amalia decidió también hacer caso omiso a los comentarios de su familia. Por más que insistieran no cambiaría de opinión y aún menos si intentaban forzarla a levantarse pues no sentía las piernas. Observó desde su habitación el paisaje de su exterior. Los edificios ocultaban un cielo bastante bonito para decidirse a pintar, colereado de un morado y un naranja muy intensos.

- ¡Silencio! ¿No oís como los pájaros me cantan desde aquel árbol de ahí? - señaló con el dedo un punto del horizonte mientras su familia la miraba con cierto miedo. Amalia cuando se dio la vuelta y vio sus caras comenzó a reír.
- Vamos, ¡no pongáis esas caras de felicicidad! ¡Aún no me he muerto! Jajaja.

Su nieto adolescente, tan perdido como de costumbre, abstraído del mundo en los aparatos tecnológicos que su propia abuela tanto detestaba e incomprendía, se limitó a decir:

- Déjala mamá, ya no tiene solución... Está... - y terminó con cierta desgana, soltando un suspiro- ¿loca?.

Finalmente, decidieron que lo mejor sería dejarla a sus aires hasta que entrara en razón. Adelaida llevó a sus hijos al colegio, intentando a su vez convencerse de que no había pasado nada como de costumbre... ¿O tal vez sí? Nunca había entendido a su madre y menos aún ahora. Pero esto, superaba sus capacidades. Antes de cerrar la puerta y coger las llaves del coche, se tomó varios pares de pastillas para ver si la podían tranquilizar un poco.

Cerró la puerta y el silencio se apoderó de la casa.

Continuará...